Entrenar el soplo ayuda a controlar la respiración, así como a trabajar los músculos que participan en el habla, especialmente los de la mejilla, facilitando el control del aire espirado y, por tanto, mejorando la articulación, ya que el habla se produce en la fase de espiración.
Para ello, os proponemos los siguientes juegos para poder practicar el habla con los peques en casa y con muy pocos materiales.
1. PUENTES DE PLASTILINA
Para trabajar la dirección del soplo, podemos crear puentes de plastilina.
El único recurso necesario sería plastilina y, con ella, crear varios puentes y bolas pequeñas.
Las bolas de plastilina deberán pasar por el punte indicado.
Con esta actividad trabajamos la dirección del soplo.
Para esta actividad, solo necesitaríamos folios o cartulinas y pajitas.
Empezamos recortando el papel en tiras, estas tiras las vamos doblando por la mitad y ya tendríamos nuestro gusano.
3. LABERINTO.
El alumno/a tendrá que hacer que la canica llegue hasta la meta soplando, por lo que tendrá que controlar la dirección del mismo y la fuerza que ejerce. Este ejercicio es más fácil soplando a través de una pajita la pelota.
En nuestro caso, hemos elaborado el laberinto con goma eva, pajitas y una canica, pero podéis hacerlo de infinidad de maderas, utilizando plastilina, cartón, palillos, bolas de papel, madera.. (imaginación al poder).
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