Hemos pensado mostraros un recurso muy útil y utilizado mucho en el aula para conseguir que nuestro alumnado vuelva a la calma en los momentos de estrés. Se trata del bote de la calma.
¿Qué son las botellas sensoriales o botellas de la calma y para qué se
usan?
Son un recurso para ayudar a calmar a los niños que se ponen nerviosos o se
enfadan. Es una botella de agua que contiene esencialmente purpurina y funciona
bien para ayudar a los niños a calmarse solos, mientras miran el frasco de la
calma y esperan a que todo se detenga.
La botella agitada (con
todo moviéndose por el agua) es un símil con lo que ocurre en la cabecita del
niño enfadado/nervioso, donde todo va a mil por hora, todo se mueve de forma
descontrolada, todo va muy rápido y apenas podemos ver qué pasa.
PREPARACIÓN
1. Preparad los materiales en una mesa y colocad las decoraciones en pequeños
platitos o en vasitos de chupito para que el niño/a pueda verlos e ir cogiendo
lo que quiera.
2. Llenad el bote o botella de plástico con agua caliente o templada y echad
dos cucharadas de glitter.
3. Cerrad la botella y agitadla hasta que se deshaga el glitter.
4. A continuación, echad la purpurina, cerramos y agitamos de nuevo, hasta
que se disuelva por completo.
5. Introducid los elementos que van a moverse en el interior del bote o
botella ( botones, bolitas pequeñas…).
6. Por último, sellamos el tapón con silicona o Loctite para que no se abra.
Aquí os dejamos unos enlaces para que veáis las distintas maneras de
realizar un bote o botella de la calma:
Aquí os mostramos uno de los frascos que tenemos en nuestra aula (es de plástico aunque parezca cristal).
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